La marca de neumáticos Goodyear recientemente a dado a conocer a la Comisión Europea los resultados de la tercera parte de su libro blanco 'La seguridad vial es lo primero: Mejorar la seguridad vial de los conductores jóvenes',* un trabajo de más de diez años en los que se han estudiado las causas de la altísima siniestralidad juvenil desde el punto de vista de los jóvenes conductores, los profesores de autoescuela y, este último año, de los padres.
Las conclusiones no sorprenderán a los especialistas en seguridad vial: los conductores de menor edad tienen el doble de posibilidades de verse implicados en un siniestro vial por la falta de experiencia y la menor consciencia de las consecuencias de protagonizar un suceso del tráfico. Los profesores de autoescuela coinciden en que los conductores jóvenes necesitan mayor formación en seguridad vial para obtener el permiso de conducir y los padres reconocen que influyen de forma determinante en la seguridad vial de sus hijos, por lo que están dispuestos a participar en su formación.
Evidentemente se necesita más educación vial, en la escuela y en casa –mediante el ejemplo–, pero también en el instituto y en la universidad. Pero entre sus muchas recomendaciones. Goodyear desafía a la Comisión Europea a abordar la necesidad de instaurar el carné de conducir gradual, una medida que todos los gobiernos tienen encima de la mesa, pero que se aparca por su impopularidad.
¿Qué es el permiso de conducir gradual?
El carné de conducir gradual es un sistema por el que los conductores noveles van afianzando sus conocimientos y habilidades al volante a lo largo de distintas fases y por un periodo de tiempo. El permiso se va obteniendo por etapas y en la medida que se van superando éstas, van desapareciendo las restricciones. Podríamos compararlo, por ejemplo, con el actual sistema de carnés de moto, gradual según la edad del conductor y la cilindrada de la moto; pero el modelo clásico de permiso de conducir gradual es el americano, que tan bien conocemos por las películas.
Obviando las diferentes normativas de cada Estado, en Estados Unidos el permiso de conducción gradual tiene una primera fase, de aprendiz, en que conducir solo está permitido bajo la supervisión de un conductor adulto. La segunda etapa, o licencia intermedia, ya se puede llevar a cabo sin supervisión pero con determinadas restricciones (conducción nocturna o con otros pasajeros adolescentes, por ejemplo) y finalmente ya se adquieren todos los derechos del resto de conductores, lo que constituye la tercera fase del permiso gradual. Cada fase lleva asociada una duración mínima de tiempo y horas de conducción, además de otras restricciones más específicas como el consumo de alcohol, circulación por vías específicas, prohibición de teléfonos móviles, ausencia de infracciones o siniestros, etc. Y, por supuesto, recibiendo en cada fase la formación complementaria necesaria.
Este modelo de licencias de conducir no es único en Estados Unidos. Se aplica también en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Noruega, Finlandia, Francia, Irlanda del Norte… En cada país con sus distintos elementos y matices: En Suecia, por citar un ejemplo, todos los aspirantes a conductores que obtienen su carné en verano, tienen que volver a examinarse en invierno, volviendo a pasar por la autoescuela para hacer prácticas de conducción en circunstancias climatológicas adversas.
Restricción a la conducción nocturna
Según la Fundación RACE el 50% de los siniestros en los que se ven involucrados conductores jóvenes ocurren de noche. El riesgo de protagonizar un siniestro vial por la noche es mayor, además, por la combinación de otros factores: alcohol, drogas, distracción, cansancio, etc., al asociarse la conducción a una actividad social y recreativa. Impuesto el sistema de carné de conducir gradual y prohibida la conducción desde la medianoche hasta las 05:00 AM, en Carolina del Norte se redujeron los siniestros viales protagonizados por jóvenes en un 43% y en Michigan, un 53%, lo que supuso un descenso general del 23% en el número de siniestros viales.
Restricción a la conducción con pasajeros
Es una evidencia que el número de víctimas será mayor en un siniestro con el coche lleno de ocupantes. Los mismos jóvenes afirman en el libro blanco de Goodyear que se distraen conduciendo considerablemente más cuando llevan en el coche pasajeros. En el Reino Unido los conductores jóvenes son en la actualidad la principal causa de muerte de las mujeres jóvenes. En Estados Unidos, se estima que se han reducido entre un 31 y un 42% el número de muertos en las carreteras en el grupo de edad de 16-17 años, desde que los conductores nóveles no pueden llevar pasajeros.
Límite de alcohol diferenciado
Muchos expertos en seguridad vial se han mostrado contrarios a que existan límites diferenciados de alcohol entre conductores noveles y profesionales del resto de conductores. La Comisión Europea ya recomendó hace años que se estableciera un límite en la tasa de alcohol de 0,2 g/l. para los conductores jóvenes, pero las estadísticas demuestran que aunque el alcohol es un problema en la carretera, hay menos positivos entre los menores de 24, que entre los mayores de esta edad. Los límites diferenciados trasladan además un mensaje confuso sobre los efectos del alcohol al volante cuando el único mensaje posible es que si bebes, por muy poquito que sea, no conduzcas.
Limitación del tamaño del motor
Solo en Australia, los conductores nóveles tienen prohibido conducir coches de alta potencia para que los jóvenes no tengan la tentación de pisar el acelerador hasta dónde les da el motor del coche. La actual crisis económica, además, lo que nos está haciendo ver es a cada vez más jóvenes conduciendo coches viejos y, por tanto, mucho más inseguros. En este caso, el aprendizaje escalonado debería aprovecharse para incidir más en las fases de formación en aspectos tan determinantes para la seguridad vial como el buen mantenimiento del vehículo.
El papel de los padres en el permiso de conducir gradual
La edición 2014 del informe 'La seguridad vial es lo primero: Mejorar la seguridad vial para conductores jóvenes' de Goodyear se centra en los padres. Todos los expertos que han participado en el estudio coinciden en que los progenitores juegan un papel crucial en formar los hábitos y las actitudes de sus hijos hacia la seguridad vial. Sin la colaboración de éstos, el trabajo que hacen los formadores de autoescuela seguirá cayendo en saco roto. Y pasar de lo que conocemos ahora a un permiso de conducir gradual, sería imposible: ¿quién acompañaría a los hijos en la fase inicial de conducción supervisada por un adulto? ¿Quién concienciaría a los jóvenes de la necesidad de unas restricciones iniciales y les apoyaría en su cumplimiento?
En el permiso de conducir gradual los padres tendríamos que demostrar nuestro compromiso con la seguridad en la conducción, dejando de apelar como siempre a la experiencia, y haciendo valer nuestro conocimiento y, sobre todo, nuestra responsabilidad. Aunque antes tendríamos que concienciarnos de que es más importante la educación vial que el dinero que nos cuesta la autoescuela de los “chicos”. ¡Qué les va la vida en ello!
*Fuente: Feu Vert en marcha
